Texto bíblico: Génesis 21:8-21. 📖 En la vida hay momentos que nos dejan importentes ¡Hasta nuestra fe se ve superada! Nos quedamos sin opciones ¡Sin salida! Esto fue lo que vivieron Agar e Ismael cuando fueron despedidos de la casa de Abraham. La madre y el muchacho vagaron por el desierto de Beerseba ¡Y por poco muere deshidratado el muchacho! Pero el SEÑOR les guió a un manantial de agua y les salvó. El Espíritu Santo, como agua de vida, nos trae tranquilidad y paz. También nos muestra en qué dirección ir y los recursos que vamos a utilizar. La desesperanza lleva a las personas a tomar decisiones incorrectas. Agar se apartó de su hijo para no verlo morir ¡No procures quedarte solo en medio de dificultad! (Ver Eclesiastés 4:9-10). Si huimos en la adversidad, no disfrutamos del milagro de transformación que Dios puede hacer. Ismael, en su peor momento, clamó y Dios le escuchó. Llorar como niños delante de Dios es olvidarnos de nuestra condición, posición y de nuestras habilidades, y entender que Él es el grande. Cambiar nuestra actitud nos conecta con nuevas oportunidades que nos ayudarán a solucionar las situaciones difíciles. *Grabado el 29 de mayo de 2022 para Cielos Abiertos (Curaçao)