No podemos hacer de poco la oración, sino que intercedamos por nuestra familia y por aquellos que ha traicionado nuestra confianza, pedir por aquellos que un día llamamos de "amigos" o "compañeros" pero que en el momento del dolor decidieron acusar en vez de levantar. Porque orando por ellos también Dios nos sana y los da la Victoria así como aconteció en la vida de Job.