El presidente de Estados Unidos insiste, sin pruebas, que hubo fraude en las elecciones que Joe Biden ganó con más de los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca. La plataforma preferida del magnate es Twitter, red social que se ha limitado a esconder o verificar los trinos que contengan información engañosa, en lugar de eliminarlos. Pero ese privilegio está a punto de acabarse.