Nervios, impotencia, impaciencia, adicción, excitación… Sabores que marcarían mis labios desde su precoz e intenso roce; señales en forma de caricias que atraparían mi cuerpo, haciéndolo prisionero de su piel desde su primer contacto, consiguiendo así su total y absoluto control sobre mí inerte existencia. Era todo lo que necesitaba; la chispa que conectaba todas mis terminaciones nerviosas con solo su presencia; que lograba mediante una simple mirada, la sumisión total de mi subconsciente, siendo así dueña de mis más íntimos e intensos secretos y mis desvelados sentimientos….