A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, en la Rusia zarista, una figura ocupó el primer plano de la escena durante unos cuantos años. Era Rasputín, un hombre enigmático al que unos tenían por enviado de Dios y otros por el Anticristo. Capaz de realizar predicciones con la mayor exactitud y de sanar enfermos desahuciados por los médicos, fue admirado y odiado a partes iguales. Sus penetrantes ojos infundían temor en sus interlocutores. Este episodio de la Escafandra 2020 está dedicado a este hombre inculto, rústico, maleducado y lascivo que se abrió camino en la corte zarista hasta llegar a lo más alto.