Preguntas quizá un tanto incomodas para algunos que se toman en serio las libertades cristianas, como beber, fumar, bailar, etc.

¿No será que lo que deseas es atención, no será que eres solo la reacción al legalismo que tanto odias? ¿No será que lo único que deseas es sentirte superior a otros, de ser popular, ser aceptado por una cultura anticristiana?

¿Deseas en verdad, combatir al legalismo que efectivamente daña la salud de las congregaciones? ¿O emanciparte para tener licencia de satisfacer tus apetitos sin culpa?

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