Esdras vino a Jerusalén con gran autoridad que recibió del estado. Pero como uno que era humilde, y no un prepotente, se confiaba mas bien en la oración y el ayuno antes de emplear su poder gubernamental.
Esdras vino a Jerusalén con gran autoridad que recibió del estado. Pero como uno que era humilde, y no un prepotente, se confiaba mas bien en la oración y el ayuno antes de emplear su poder gubernamental.