El Nazareno viene a nuestro encuentro. A Él lo debora el celo por la casa y la voluntad del Padre y el amor por nosotros. Por eso no se resiste a la traición y la sentencia a muerte. Se entrega y lleva sobre sí los pecados del mundo.
El Nazareno viene a nuestro encuentro. A Él lo debora el celo por la casa y la voluntad del Padre y el amor por nosotros. Por eso no se resiste a la traición y la sentencia a muerte. Se entrega y lleva sobre sí los pecados del mundo.