Si queremos ser un país desarrollado, debemos de abordar prioritariamente el problema de la justicia. Pero, ¿cómo abordar un sistema tomado por la corrupción y que se resiste al cambio?
Si queremos ser un país desarrollado, debemos de abordar prioritariamente el problema de la justicia. Pero, ¿cómo abordar un sistema tomado por la corrupción y que se resiste al cambio?