Antonio del Conde, el cuate: “El Comandante Fidel Castro dijo que quería mucho al yate. Dependía del yate su vida. El yate no podía fallar. (…) Le tenía mucha confianza al yate, mucho cariño. (…) Yo no hice mucho con las manos, pero siento que lo reparé, que yo hice navegar el yate Granma. Tengo derecho a sentir que yo hice todo. Me faltan palabras. Fidel me dijo que saliendo el yate me escondiera, que nadie me conociera. Me pidió que lo siguiera por tierra. Convencido de que el yate navegaría seguí al yate por tierra. (…) Cuando lo dejé de ver sentí feo. Había vivido varios meses en el yate.