Jesús quiere redimirnos del pecado. Tenemos que PRESENTARLE a Jesús nuestras necesidades.
Estar atentos a su REVELACIÓN. Él ofrece su promesa, está en nosotros TOMAR esa promesa, con las manos de la fe.
SACAR la piedra que detiene la vida, dejarnos arrancar de la muerte, por el poder de su PALABRA.