Fernando Cañas nos relata unos cuantos "robos de altura", minuciosamente preparados por mentes priviliegiadas, sin violencia y con mucho ingenio y , como no podía ser de otra manera, los comparamos con los robos descaraddos y chapuceros de la gente que ocupa carguitos públicos...
Fernando Cañas nos relata unos cuantos "robos de altura", minuciosamente preparados por mentes priviliegiadas, sin violencia y con mucho ingenio y , como no podía ser de otra manera, los comparamos con los robos descaraddos y chapuceros de la gente que ocupa carguitos públicos...