Hoy nuestro asunto puede sonar doloroso, pero también es una exclamación de desaprobación. 'ay, ay, ay. Ay de la falsa esperanza'. Debemos tener cuidado con aquello en lo que ponemos nuestras expectativas. ¿En quien o en qué pones tu confianza? Descubre la verdadera esperanza con nosotros en los próximos minutos.