Los rumores sobre el hipotético inicio de un proceso de conversaciones en paz, alentados por la visita a la prisión de Imralli a Abdullah Öcallan contrastan con la destrucción de la infraestructura civil de Rojava bajo las bombas turcas, la destitución de tres alcaldes del partido DEM y la represión generalizada. En Rojhleta, además, el régimen iraní sigue condenando a muerte a militantes kurdas.