Notas en Español e inglés 👇
Rut 2: Abriendo la puerta de la bendición con tus acciones.

Rut 2:5-13:
Y Boaz preguntó a su criado encargado de los segadores: —¿De quién es esa joven?
El criado encargado de los segadores le respondió diciendo: —Ella es la joven moabita que ha vuelto con Noemí de los campos de Moab. Me ha dicho: “Permite que yo espigue y recoja entre las gavillas detrás de los segadores”. Ella vino y ha estado desde la mañana hasta ahora. No ha vuelto a casa ni por un momento.
Entonces Boaz dijo a Rut: —Escucha, hija mía: No vayas a espigar a otro campo ni te alejes de aquí. Aquí estarás junto con mis criadas. Mira bien el campo donde siegan y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Cuando tengas sed, ve a los depósitos y bebe del agua que sacan los criados.
Ella se postró sobre su rostro, se inclinó a tierra y le dijo: —¿Por qué he hallado gracia ante tus ojos para que tú te hayas fijado en mí, siendo yo una extranjera?
Boaz le respondió diciendo: —Ciertamente me han contado todo lo que has hecho por tu suegra después de la muerte de tu marido, y que has dejado a tu padre, a tu madre y la tierra donde has nacido, y has venido a un pueblo que no conociste previamente. ¡Que el SEÑOR premie tu acción! Que tu recompensa sea completa de parte del SEÑOR Dios de Israel, ya que has venido a refugiarte bajo sus alas.
Ella dijo: —Señor mío, halle yo gracia ante tus ojos porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque yo no soy ni como una de tus criadas.
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Después que Noemí regresa cabizbaja a su tierra, Rut se puso manos a la obra a buscar el sustento para las dos. Tal vez ella no se daba cuenta que ese acto noble y admirable de cuidar a su suegra y adoptar las costumbres de Israel había alegrado el corazón de Dios. Y no solamente estaba agradando a Dios con sus acciones sino que esto era visible ante los parientes y vecinos de Noemí.
Es por eso que Dios guió a Rut para que comenzara a recoger las espigas en el campo de uno de los parientes cercanos de Noemí, ¡y ella no lo sabía!
Los pobres y desamparados podían hacer esto por ley, aunque esta tarea era humillante; Rut halló gracia ante los trabajadores y la admiraban por su amor hacia Noemí, por eso no la molestaban. Además, un personaje clave de esta historia, Booz, sintió curiosidad acerca de la joven trabajadora en su campo, y ya todos sabían de su dedicación de cuidar a Noemí sin necesidad de hacerlo. Él decidió ayudarla, ordenando que dejaran caer a propósito espigas para facilitarle el trabajo y llevara mucho grano de trigo a su casa. Cuando se acercó a hablar con ella, la bendijo por su labor con Noemí y por haberse acercado al Dios de Israel.

Esto que notó Booz nos recuerda el primer y segundo mandamiento más importante: Ama a Dios y ama a tu prójimo. Rut amó a su prójimo cuidando abnegadamente de Noemí y amó a Dios adoptando las costumbres y leyes que Dios había impuesto en el pueblo. Ya sea que entendiera esto completamente o no, Rut estaba cumpliendo los mandamientos de Dios, tal vez más que otros israelitas; por eso Dios estaba poniendo una gracia especial en ella para que fuera admirada, protegida y bendecida por los que la rodeaban.
¡Qué hermoso pensar que, en tiempos de necesidad, Dios honrará tus acciones nobles con los desamparados, tu amor hacia tu prójimo, y tu sumisión a Su Palabra, abriendo las ventanas de los cielos a favor tuyo! ¡No dejes de ser fiel al Señor, de hacer Su voluntad, de ayudar al que esté a tu alcance, de respetar a todos, tener compasión de la viuda, el huérfano y el necesitado, de trabajar con honestidad y dar un buen ejemplo delante de los que interactúan contigo en el diario vivir; y nunca dejes de confiar que el Señor está contigo!
Dios se alegra al ver a un hijo o hija obrando justamente, viviendo en integridad, con un corazón...