Tenemos que regresar una y otra vez a nuestro propósito. Dios te bendice cuando honras el propósito que te dio. Descubrimos nuestro propósito personal cuando cumplimos los propósitos generales de Dios. Versículo Principal — Isaías 52:2(NVI)¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono! ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión! masvida.org