En ocasiones, el peso de las actividades en la que nos vemos inmersos nos separan de la realidad, llevándonos a encerrarnos en una prisión mental, emocional y en muchos ejemplos física, para esto la palabra de Dios que nos hace libres
En ocasiones, el peso de las actividades en la que nos vemos inmersos nos separan de la realidad, llevándonos a encerrarnos en una prisión mental, emocional y en muchos ejemplos física, para esto la palabra de Dios que nos hace libres