“David está representado en este Salmo como en una fiel miniatura. Su santa confianza, sus muchos conflictos, sus grandes transgresiones, su amargo arrepentimiento y sus profundas angustias están todos aquí; para que veamos el corazón mismo del ‘hombre conforme al corazón de Dios’”. (Charles Spurgeon). Salmo de perdón por los errores cometidos.