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Nerón se convirtió en emperador de Roma en el año 54 después de Cristo. Inicialmente se mostró prudente y deseoso de ser querido por su pueblo promulgando leyes que beneficiaban a los pobres y a los más débiles de la sociedad romana, pero poco a poco empezó a cambiar su postura hacia una mucho más egocéntrica y caprichosa. Cuando había cumplido una década en el trono, ya era muy impopular y una buena parte del pueblo romano lo despreciaba. Un gran incendio estalló la noche del 18 de julio del año 64 en la ciudad de Roma, provocando que Nerón abriese los jardines de su palacio para las víctimas del incendio, mostrándose muy preocupado por la terrible tragedia. Fue tan grave que se prolongó por una semana, destruyendo diez de los barrios de la capital del Imperio, excepto los dos únicos que estaban habitados por judíos y cristianos. Se sospechaba que Nerón podría ser el culpable de la tragedia, planeada para reconstruir Roma como un gran monumento a su persona. Nerón quería alejar toda sospecha sobre él, por lo que culpó a los cristianos, ya que los barrios en los que habitaban no habían ardido, a quienes todos odiaban por sus abominaciones, y los castigó por su odio a la raza humana. Además de matarlos, los emplearon como entretenimiento para el pueblo vistiéndolos con pieles de bestias para que los perros los mataran a dentelladas, otros fueron crucificados, y a otros se les prendió fuego al caer la noche, para que la iluminaran, haciendo que incluso Nerón abriese de nuevo sus jardines para esta exhibición. Esta fue la primera gran persecución a los cristianos, pero no sería la última. Una de ellas sería la que ordenó el daimio de Japón, una masacre en la que un santo gallego sería crucificado: San Francisco Blanco.
By Iván Fernández AmilNerón se convirtió en emperador de Roma en el año 54 después de Cristo. Inicialmente se mostró prudente y deseoso de ser querido por su pueblo promulgando leyes que beneficiaban a los pobres y a los más débiles de la sociedad romana, pero poco a poco empezó a cambiar su postura hacia una mucho más egocéntrica y caprichosa. Cuando había cumplido una década en el trono, ya era muy impopular y una buena parte del pueblo romano lo despreciaba. Un gran incendio estalló la noche del 18 de julio del año 64 en la ciudad de Roma, provocando que Nerón abriese los jardines de su palacio para las víctimas del incendio, mostrándose muy preocupado por la terrible tragedia. Fue tan grave que se prolongó por una semana, destruyendo diez de los barrios de la capital del Imperio, excepto los dos únicos que estaban habitados por judíos y cristianos. Se sospechaba que Nerón podría ser el culpable de la tragedia, planeada para reconstruir Roma como un gran monumento a su persona. Nerón quería alejar toda sospecha sobre él, por lo que culpó a los cristianos, ya que los barrios en los que habitaban no habían ardido, a quienes todos odiaban por sus abominaciones, y los castigó por su odio a la raza humana. Además de matarlos, los emplearon como entretenimiento para el pueblo vistiéndolos con pieles de bestias para que los perros los mataran a dentelladas, otros fueron crucificados, y a otros se les prendió fuego al caer la noche, para que la iluminaran, haciendo que incluso Nerón abriese de nuevo sus jardines para esta exhibición. Esta fue la primera gran persecución a los cristianos, pero no sería la última. Una de ellas sería la que ordenó el daimio de Japón, una masacre en la que un santo gallego sería crucificado: San Francisco Blanco.