Millonarios excéntricos, depredadores sexuales, xenófobos y fanáticos religiosos son algunas de las características de los miembros de grupos semiclandestinos a lo que llamamos sectas, conviven entre si, con una obediencia ciega, la cual se forma con el objetivo de no aceptar las leyes generales impuestas por el gobierno, sino crear las propias y de esta manera manipular, esclavizar torturar y abusar de personas en nombre de una deidad, una doctrina o algún grupo con un fundamento cultural que tiene fuerte arraigamiento.