"No te subas a mi elevador, v1l repartidor" ésas fueron las palabras de un espécimen ºjete de dónde vivo. En verdad traten sus problemas mentales porque la vida da muchas vueltas y no porque te marees en una piedrita de tres centímetros o menos ya te sientas con el "poder" de meterte y humillar a un repartidor que está trabajando honradamente. Repito la vida da muchas vueltas