➡️ 📖 Apocalipsis 7:4-17 RVA2015:
Oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. Sellados, de la tribu de Judá, doce mil; de la tribu de Rubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce mil; de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manasés, doce mil; de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil; de la tribu de Zabulón, doce mil; de la tribu de José, doce mil; de la tribu de Benjamín, doce mil.
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud de todas las naciones y razas y pueblos y lenguas, y nadie podía contar su número. Están de pie delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y llevando palmas en sus manos. Aclaman a gran voz diciendo: “¡La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero!”. Todos los ángeles que estaban de pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios diciendo: “¡Amén! La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!”.
Uno de los ancianos me preguntó diciendo: —Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? Y yo le dije: —Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: —Estos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestidos y los han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios y le rinden culto de día y de noche en su templo. El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. No tendrán más hambre, ni tendrán más sed, ni caerá sobre ellos el sol ni ningún otro calor; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva, y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
➡️🎙️En medio de tantas calamidades cuando se abrieron los sellos, encontramos una escena maravillosa de esperanza. La escena se abre como cuando se abre el telón en un teatro, para mostrar uno de los eventos más gloriosos, cuando una multitud de mártires y de fieles al Señor se reúnen para glorificar al gran Consolador de las almas, al que ellos le atribuyen toda alabanza y honra por ser el Salvador de sus vidas.
Esta multitud está compuesta de diferentes personas provenientes de diferentes razas, lenguas y naciones.
Esta visión fue muy sorprendente para Juan, quien no entendía quiénes eran ellos.
Uno de los seres celestiales, uno de los veinticuatro ancianos le explica que ellos son los que vienen de la gran tribulación y fueron salvos por su valentía y su fidelidad al Señor.
Quiero que tengas muy en cuenta los privilegios recibidos para aquellos que aman y son fieles al Señor y esperan ansiosamente su venida porque no tendrán más hambre, ni tendrán más sed, ni caerá sobre ellos el sol ni ningún otro calor. Además, estarán delante de la presencia del Señor, adorándole día y noche, y no sólo eso, sino que la tienda del Señor estará sobre ellos, esto quiere decir que el Señor les extiende su protección completa y permanente para que ya nunca más vuelvan a sufrir lo que sufrieron durante su vida temporal en la tierra.
Así que te animo con todo mi corazón para que no te dejes desviar por los placeres temporales de este mundo, para que no pierdas la esperanza en el Señor y, mientras que estamos aquí en la tierra, que practiques tu mejor adoración para el Señor. El tiempo que dedicamos adorando al Señor, cuando nos congregamos para alabar y exaltar al Señor es también como una práctica (o ensayo) musical de la manera en que vamos a dedicar nuestras vidas para adorar al Señor.
No sabemos exactamente el día ni la hora ni el año cuando esto ocurrirá, lo que sí sabemos es que es un evento que ya está profetizado que...