Cuando actuamos desde la limitación y el miedo interferimos con el flujo natural de vida. Para no interferir es clave (1) saber que todo es producto de la ley de causa y efecto, (2) desapegarnos de las expectativas de la personalidad, y (3) poner nuestra atención en la Presencia: ¡armonía!
Libros: Boletines Privados de Thomas Printz, vol. 5, p. 106, Pláticas del YO SOY, p. 2.
Ser de Luz: Saint Germain.