Ser ágil significa tomar decisiones con flexibilidad desde la forma misma en que se aborda un problema; adaptarse rápidamente y trabajar en colaboración para lograr los resultados deseados. Una cultura ágil debe ser un proceso en que se incorporen buenas prácticas de trabajo colaborativo , promueva la innovación , fomente la comunicación y el trabajo en equipo, y permita a sus miembros ser creativos.