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El optimismo se puede definir como una forma de pensamiento positivo que incluye la creencia de que eres responsable de tu propia felicidad, y que te van a pasar más cosas buenas que malas. Los optimistas creen que los eventos negativos son raros y que no es su culpa si algo malo les ocurre, es algo externo.
Por ejemplo una chica optimista cuyo novio ha roto con ella no se culpa a sí misma, sino que cree que esa relación no tenía futuro. Las personas optimistas tienden a centrarse en los aspectos positivos de las cosas más que los negativos. Lo contrario sería el pesimismo.
Sonja Lyubomirsky distingue tres tipos de optimismo:
Aunque se hable de que el optimismo es algo concreto, es posible también ser optimista en ciertos aspectos de la vida y pesimista en otros. Puedes sentirte seguro acerca de tu carrera laboral pero menos esperanzado acerca de tus relaciones. Te sientes preparado para hoy pero no para el futuro, o viceversa.
También es posible tener etapas de la vida más optimistas que otras, y determinadas circunstancias puede disparar el optimismo o el pesimismo. Aunque cada uno tiende hacia un lado u otro, no es algo totalmente estable y fijado y puede aprenderse, como veremos más adelante.
By JOSE ESPARZAEl optimismo se puede definir como una forma de pensamiento positivo que incluye la creencia de que eres responsable de tu propia felicidad, y que te van a pasar más cosas buenas que malas. Los optimistas creen que los eventos negativos son raros y que no es su culpa si algo malo les ocurre, es algo externo.
Por ejemplo una chica optimista cuyo novio ha roto con ella no se culpa a sí misma, sino que cree que esa relación no tenía futuro. Las personas optimistas tienden a centrarse en los aspectos positivos de las cosas más que los negativos. Lo contrario sería el pesimismo.
Sonja Lyubomirsky distingue tres tipos de optimismo:
Aunque se hable de que el optimismo es algo concreto, es posible también ser optimista en ciertos aspectos de la vida y pesimista en otros. Puedes sentirte seguro acerca de tu carrera laboral pero menos esperanzado acerca de tus relaciones. Te sientes preparado para hoy pero no para el futuro, o viceversa.
También es posible tener etapas de la vida más optimistas que otras, y determinadas circunstancias puede disparar el optimismo o el pesimismo. Aunque cada uno tiende hacia un lado u otro, no es algo totalmente estable y fijado y puede aprenderse, como veremos más adelante.