A veces la voluntad de hacer algo mal gana a la inteligencia. A veces esta voluntad oscurece la inteligencia hasta que ya no sabe ni qué es verdad. Cuando nos mentimos, nos dejamos engañar por nuestros propios vicios. Y si ya está mal mentir a los demás, ¿nos vamos a dejar esclavizar por nuestras propias mentiras?

En este episodio tratamos los peligros de mentirse a uno mismo, y la maravilla que es el ser sincero con uno mismo, de ser fiel a la verdad. Vemos que para crecer hay que reconocer lo bueno y lo malo que tenemos, aunque duela, y cambiar para ser mejores. Esperamos que esto os ayude a ver vuestras virtudes y defectos con otros ojos, unos ojos sinceros que buscan el bien y la verdad.