Cuando somos madres en sociedad, rodeadas de familia, amigos, desconocidos, sentimos que nuestro hijo/a es visto y con él, nosotras también somos vistas por los demás. En ese ser objeto de mirada de otros, se activan los miedos al rechazo, a no ser socialmente aceptada, a estar fuera de lo "correcto". En este capítulo te acompaño a observar las heridas que muestran esos miedos y te propongo una práctica para empezar a sanarlas.