En este episodio, el orador explora la profunda responsabilidad que conlleva la gracia y la misericordia de Dios, basándose en el pasaje de Mateo 11. Se analiza el lamento de Jesús por las ciudades de Corazín, Betsaida y Capernaúm, que presenciaron innumerables milagros y, sin embargo, no se arrepintieron. La reflexión central es que la luz recibida aumenta la obligación de responder con arrepentimiento y obediencia, y no simplemente de ser un espectador pasivo. El Pastor Horacio Guerrero insta a la audiencia a hacer un inventario de las bendiciones recibidas, a actuar en respuesta a la palabra de Dios y a interceder por otros, reconociendo que la vida es corta y que cada oportunidad de servir y compartir el Evangelio debe ser aprovechada. Un mensaje directo y emotivo que llama a la acción y a la gratitud genuina.