Los lectores de la Biblia que se ufanan de usar herramientas racionales para interprerarla creen que tienen una cabeza muy grande, pero no es así, la atrofía del pecho les hace parecer así.
Los lectores de la Biblia que se ufanan de usar herramientas racionales para interprerarla creen que tienen una cabeza muy grande, pero no es así, la atrofía del pecho les hace parecer así.