La vida del Israel del tiempo del profeta Elías estaba sumida en profunda idolatría, y tanto el pueblo como su rey Acab estaban, al igual que en nuestro tiempo, alejados del Dios verdadero y de su salvación. Sin embargo vemos cómo la misericordia de Dios provee aun bajo esta idolatría un llamado al arrepentimiento y la fe salvífica. Acompáñenos a ver cómo estos pasajes son también un reflejo de nuestras propias vidas, y cómo Dios es aun tan misericordioso al proveer de Su Hijo Jesucristo para la salvación del pecador arrepentido.