Jesús murió, es puesto en una tumba. Y sus discípulos, sus seguidores, ¿qué estarían pensando, sintiendo? ¿Incertidumbre o confusión? Nuestro Señor es eterno, Su presencia es eterna, Su fidelidad es eterna. Es la primera noche de Jesús en la tumba. Cuando experimentamos momentos de angustia o tristeza, es bueno recordar las Palabras de nuestro Señor. Son para nuestro consuelo, para fortaleza. El pastor Miguel A. Ortiz recuerda a quienes padecen el azote del COVID-19.