Los reformadores enfatizaron el principio de Sola Scriptura de forma contundente al declarar que:
La Palabra de Dios es la máxima autoridad en materia de fe y práctica. Por tanto, nada que contradiga la revelación de Dios puede regular la vida del creyente (Gálatas 1:6-10; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:3).
Y es precisamente en esta última sola, Sola Scriptura, que estaremos basando nuestro sermón del día de hoy.
Permítanme, entonces, exponer el pasaje que hemos considerado para hoy, el cual se encuentra en:
2 Timoteo 3:14-17
Sermón predicado originalmente en la Iglesia Bautista Comunidad de Gracia, Santo Domingo Este, el 27 de octubre de 2024.