Jesús demuestra que el sexo no es necesario para una vida satisfactoria. Tener una conexión alegre con Dios hace del sexo un buen, pero innecesario regalo de Dios.
Jesús demuestra que el sexo no es necesario para una vida satisfactoria. Tener una conexión alegre con Dios hace del sexo un buen, pero innecesario regalo de Dios.