
Sign up to save your podcasts
Or


Durante los últimos meses, México ha sido escenario de protestas auténticas: trabajadores de la salud, maestros, transportistas, campesinos, jóvenes de la Generación Z, ciudadanos indignados en Sinaloa, Michoacán y Baja California. Manifestaciones genuinas, espontáneas, valientes. Y frente a ese despertar ciudadano, la respuesta del gobierno es… organizar una marcha de acarreados. Claudia Sheinbaum quiere demostrar fuerza, pero lo que realmente está mostrando es miedo. Tanto miedo… que está dispuesta a comprar aplausos.
En este episodio te cuento tres parábolas que revelan el fondo del problema. Desde el experimento universitario que demostró que lo que se hace por dinero se hace a medias, hasta la historia del edificio en ruinas que se intenta tapar con globos y serpentinas. Porque una marcha oficialista no es entusiasmo ciudadano: es una nómina disfrazada de apoyo. Y cuando un gobierno necesita pagar por respaldo… es porque ya perdió el respaldo real.
También hablo de la desesperación presidencial por simular fuerza. La parábola del joven que contrató personas para que fueran a su fiesta lo dice todo: el apoyo pagado dura un par de horas, pero el rechazo verdadero puede durar toda la vida. Lo mismo ocurre con los gobiernos que intentan fabricar popularidad. No están convocando a la gente: están importando público. Están comprando ruido.
Y ojo: cuando el poder teme, teme a los que están sueltos, no a los que mantiene encerrados. Por eso blindan marchas ciudadanas, pero abren las puertas para los acarreados. Los gobiernos nunca le han tenido miedo a los empleados obligados a asistir; le temen a los ciudadanos que no se venden, que no se callan y que no aceptan órdenes. A los que ya no caben en ninguna jaula política.
Este episodio es una radiografía del momento que vivimos: un país donde la verdadera oposición no está en los partidos, sino en las calles. Donde las manifestaciones auténticas, aunque parezcan pequeñas o aisladas, están creciendo como el árbol del jardinero: despacio, sin ruido… hasta que un día se vuelven imparables. Porque lo que nace de la convicción no se compra, no se controla y no se detiene.
Pero vaquetonazo, tu opinión es la que realmente importa, te leo en la caja de comentarios.
📘 Facebook: https://www.facebook.com/GustavoMacalpin
🐦 X (Twitter): https://x.com/GustavoMacalpin
🎵 TikTok: https://www.tiktok.com/@ciudadanomacalpin
📷 Instagram: https://www.instagram.com/ciudadanomacalpin/
Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.
By Gustavo MacalpinDurante los últimos meses, México ha sido escenario de protestas auténticas: trabajadores de la salud, maestros, transportistas, campesinos, jóvenes de la Generación Z, ciudadanos indignados en Sinaloa, Michoacán y Baja California. Manifestaciones genuinas, espontáneas, valientes. Y frente a ese despertar ciudadano, la respuesta del gobierno es… organizar una marcha de acarreados. Claudia Sheinbaum quiere demostrar fuerza, pero lo que realmente está mostrando es miedo. Tanto miedo… que está dispuesta a comprar aplausos.
En este episodio te cuento tres parábolas que revelan el fondo del problema. Desde el experimento universitario que demostró que lo que se hace por dinero se hace a medias, hasta la historia del edificio en ruinas que se intenta tapar con globos y serpentinas. Porque una marcha oficialista no es entusiasmo ciudadano: es una nómina disfrazada de apoyo. Y cuando un gobierno necesita pagar por respaldo… es porque ya perdió el respaldo real.
También hablo de la desesperación presidencial por simular fuerza. La parábola del joven que contrató personas para que fueran a su fiesta lo dice todo: el apoyo pagado dura un par de horas, pero el rechazo verdadero puede durar toda la vida. Lo mismo ocurre con los gobiernos que intentan fabricar popularidad. No están convocando a la gente: están importando público. Están comprando ruido.
Y ojo: cuando el poder teme, teme a los que están sueltos, no a los que mantiene encerrados. Por eso blindan marchas ciudadanas, pero abren las puertas para los acarreados. Los gobiernos nunca le han tenido miedo a los empleados obligados a asistir; le temen a los ciudadanos que no se venden, que no se callan y que no aceptan órdenes. A los que ya no caben en ninguna jaula política.
Este episodio es una radiografía del momento que vivimos: un país donde la verdadera oposición no está en los partidos, sino en las calles. Donde las manifestaciones auténticas, aunque parezcan pequeñas o aisladas, están creciendo como el árbol del jardinero: despacio, sin ruido… hasta que un día se vuelven imparables. Porque lo que nace de la convicción no se compra, no se controla y no se detiene.
Pero vaquetonazo, tu opinión es la que realmente importa, te leo en la caja de comentarios.
📘 Facebook: https://www.facebook.com/GustavoMacalpin
🐦 X (Twitter): https://x.com/GustavoMacalpin
🎵 TikTok: https://www.tiktok.com/@ciudadanomacalpin
📷 Instagram: https://www.instagram.com/ciudadanomacalpin/
Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.