Las historias compartidas son mejores, y más cuando son con tu mejor amiga. Ya sabes, esa de la infancia, que sabe todo de ti y tú, todo de ella. Que ha estado en las buenas, las super buenas, las malas y las peores, también. Que se va y vuelve, de quién te pierdes pero a quien nunca tardas mucho en querer reencontrar. Quien te suma y hace tu vida mejor por su mera existencia, pero con quien tienes la fortuna de poder andar compartiéndola y viviéndola juntas.