Si dejas las cosas al azar, si lo haces por gusto o por pereza, eso te pasará factura tarde o temprano. Aprende que tener un plan es saber a dónde dirigirse. No todo tiene que ser cuadrado pero debes tener por escrito lo que quieres de la vida. Agradece lo que tienes y ten un plan que te muestre el camino para los próximos años, incluso cuando llegues a los 90 años.