Insisto en que el tiempo es ahora. No mañana, sino ahorita, pues urge accionar. El dinero nos esclaviza en rutinas aguantadas. Aún así, mi generación está dormida, y quiénes nos representan aún más. Nuestra inconsciencia nos roba la atención con redes sociales, fake news, política, en fin, basura que no genera nada transcendental en nuestras vidas. Mientras tanto, un cambio increíble está aconteciendo.