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Si te abruma la duda. No ores
Se que este tema les parece algo picoso, porque a simple lectura deja mucho de qué hablar. Hasta suena como herejía no?
Pues antes de que emita juicio, déjeme al menos el beneficio de la duda, póngase cómodo y escuche atentamente.
¿Cuántas veces en nuestras vidas hemos estado pasando por una situación sumamente difícil, y es ese momento donde sabemos que estamos totalmente perdidos y que ese problema solo puede resolverlo Dios?
Pero qué sucede cuando llevamos a Dios el problema y oramos una y otra vez y todo resulta en un silencio absoluto. Pasan los días, semanas, meses y a veces hasta años y no vemos mejoría, vamos a diferentes actividades religiosas y el profeta le habla a todos y a nosotros nos pasa por el lado cincuenta veces, llama inclusive al de la última fila y le dice todo lo que Dios le quiere decir. Terminó el servicio y nos quedamos esperando alguna respuesta para nuestra oración y no recibimos nada.
Es cuando las cosas comienzan a tornarse difíciles para nosotros al ver que la última esperanza que teníamos, no está funcionando. Así que entendemos que es el momento de detenernos y comenzar a indagar en nuestra vida a ver si en verdad somos un cristiano genuino, si somos dignos de que Dios responda nuestra petición o aún peor, en esa etapa de la vida donde dejamos de pensar en lo que está aconteciendo a nuestro derredor porque estamos concentrados en nuestra situación personal, solo nos interesa dejar de sufrir, dejar de sentir ese dolor o poder salir de ese problema que nos aqueja. Así que de tanto dar mente a nuestra situación y el tratar de saber que pasa con Dios qué no nos responde, comienza a llegar a nosotros la duda.
By Wicho BeltreSi te abruma la duda. No ores
Se que este tema les parece algo picoso, porque a simple lectura deja mucho de qué hablar. Hasta suena como herejía no?
Pues antes de que emita juicio, déjeme al menos el beneficio de la duda, póngase cómodo y escuche atentamente.
¿Cuántas veces en nuestras vidas hemos estado pasando por una situación sumamente difícil, y es ese momento donde sabemos que estamos totalmente perdidos y que ese problema solo puede resolverlo Dios?
Pero qué sucede cuando llevamos a Dios el problema y oramos una y otra vez y todo resulta en un silencio absoluto. Pasan los días, semanas, meses y a veces hasta años y no vemos mejoría, vamos a diferentes actividades religiosas y el profeta le habla a todos y a nosotros nos pasa por el lado cincuenta veces, llama inclusive al de la última fila y le dice todo lo que Dios le quiere decir. Terminó el servicio y nos quedamos esperando alguna respuesta para nuestra oración y no recibimos nada.
Es cuando las cosas comienzan a tornarse difíciles para nosotros al ver que la última esperanza que teníamos, no está funcionando. Así que entendemos que es el momento de detenernos y comenzar a indagar en nuestra vida a ver si en verdad somos un cristiano genuino, si somos dignos de que Dios responda nuestra petición o aún peor, en esa etapa de la vida donde dejamos de pensar en lo que está aconteciendo a nuestro derredor porque estamos concentrados en nuestra situación personal, solo nos interesa dejar de sufrir, dejar de sentir ese dolor o poder salir de ese problema que nos aqueja. Así que de tanto dar mente a nuestra situación y el tratar de saber que pasa con Dios qué no nos responde, comienza a llegar a nosotros la duda.