2 Samuel 7:18-24

La oración de David es 2 Samuel 7 reafirmando la soberanía y la bondad de Dios. Recontextualiza su posición y la posición de su familia como orientada hacia el Señor, en lugar de ser ellos mismos el centro.

Es contracultural pintarnos a nosotros mismos como si no fuéramos el centro de nuestra propia historia. Reconocer a Dios como el principio, el medio y el final de nuestra historia es un acto radical, porque requiere que renunciemos a nuestro control y nuestra independencia. 2 Samuel 7 nos recuerda que no importa nuestro estatus en el mundo, nuestra posición más importante es la de siervos de Dios. Todo lo que hacemos palidece en importancia para servir al Señor y seguir la voluntad de Dios.

La buena noticia es que esta rendición es una de las mejores cosas que podemos hacer. Al permitir que la voz de Dios guíe nuestra vida, nos estamos abriendo a cosas más grandes de lo que jamás podamos imaginar. Ser siervo de Dios no significa opresión y pérdida de dignidad, sino ser parte de un plan asombroso para nosotros y toda la creación.

Autor: Lexi Sunberg

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