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Entre las añoranzas de lo perdido tengo el dulce recuerdo de las casas del viejo Monterrey, con sus paredes de sillar y altísimos cielos, y sus puertas disfrazadas de ventanas. El olor a tierra húmeda y la sensación de frescor aún en los días más calientes. Un ejemplo más de como despreciamos lo invaluable, a cambio de polvo y sangre.
La arquitectura del noreste fue dándose en respuesta al medio, los recursos y el aislamiento físico del centro de la Nueva España al que durante mucho tiempo estuvo sometida la región. El noreste histórica y geográficamente surge a fines del siglo XVI, como un proyecto peculiar en donde más que ambición había aventura y empeño de ser. El arraigo del sueño fueron 400 leguas cuadradas. El soñador: Luis Carvajal y de la Cueva.
En lo demográfico, los españoles deseaban conservar su pureza étnica; el pequeño número de inmigrantes españoles y sus descendientes provocaron una alta endogamia y la expansión de unas pocas familias en la extensa región del noreste.
Como ocupantes iniciales del territorio norestense se mencionaron a los chichimecas que presentaban un nivel cultural nómada que no aportó mucho a la arquitectura, más una vez establecidas las poblaciones españolas, con los frecuentes ataques que realizaron a ellas contribuyeron sin proponérselo en darle el carácter altamente defensivo que predominó en las construcciones norestenses. Los primeros colonizadores, en su mayoría gente que buscaba enriquecerse a como diera lugar, vieron en estos grupos nativos nada más que esclavos para vender o mano de obra, convirtiéndose la primera en la principal actividad lucrativa.
Entre las añoranzas de lo perdido tengo el dulce recuerdo de las casas del viejo Monterrey, con sus paredes de sillar y altísimos cielos, y sus puertas disfrazadas de ventanas. El olor a tierra húmeda y la sensación de frescor aún en los días más calientes. Un ejemplo más de como despreciamos lo invaluable, a cambio de polvo y sangre.
La arquitectura del noreste fue dándose en respuesta al medio, los recursos y el aislamiento físico del centro de la Nueva España al que durante mucho tiempo estuvo sometida la región. El noreste histórica y geográficamente surge a fines del siglo XVI, como un proyecto peculiar en donde más que ambición había aventura y empeño de ser. El arraigo del sueño fueron 400 leguas cuadradas. El soñador: Luis Carvajal y de la Cueva.
En lo demográfico, los españoles deseaban conservar su pureza étnica; el pequeño número de inmigrantes españoles y sus descendientes provocaron una alta endogamia y la expansión de unas pocas familias en la extensa región del noreste.
Como ocupantes iniciales del territorio norestense se mencionaron a los chichimecas que presentaban un nivel cultural nómada que no aportó mucho a la arquitectura, más una vez establecidas las poblaciones españolas, con los frecuentes ataques que realizaron a ellas contribuyeron sin proponérselo en darle el carácter altamente defensivo que predominó en las construcciones norestenses. Los primeros colonizadores, en su mayoría gente que buscaba enriquecerse a como diera lugar, vieron en estos grupos nativos nada más que esclavos para vender o mano de obra, convirtiéndose la primera en la principal actividad lucrativa.