En el reino de Dios no podemos pretender ser los mejores. No podemos andar mirando a la gente de menos. Nuestro Rey, habiendo obtenido todo, se puso en una posición de siervo para mostrarnos cómo ser el uno con el otro.
En el reino de Dios no podemos pretender ser los mejores. No podemos andar mirando a la gente de menos. Nuestro Rey, habiendo obtenido todo, se puso en una posición de siervo para mostrarnos cómo ser el uno con el otro.