Resuelvo cuando sienta dolor, pensar en los dolores del martirio y del infierno.

Resuelvo que cuando sienta dolor, pensar en los dolores del martirio y del infierno.

Estoy resuelto que cuando piense en el dolor, pensar en el martirio y en el infierno en comparación de mi propio dolor, abrazando la cruz de Cristo.

Resuelvo que al sentir dolor, pensaré en los dolores del martirio y del infierno, cómo un aliciente para vivir cada día para Cristo en su gracia.

Resuelvo pensar en la muerte como un recordatorio de lo que Cristo hizo a mi favor.

Resuelvo pensar mucho acerca de mi muerte y estar atento a las circunstancias que van ligadas a esa realidad “Confiando en la gracia de Cristo”

Resuelvo pensar mucho, en todas las ocasiones, acerca de mi muerte, y estar atento a todas las circunstancias que van ligadas a esa realidad.

Resuelvo actuar en todos los aspectos, tanto en lo que hablo o hago, como si nadie hubiera sido tan vil como yo, confesando mis propias faltas delante de Cristo.

Resuelvo, actuar en todos los aspectos, tanto en lo que hablo o hago, como si nadie hubiera sido tan vil como yo, confesando mis propias faltas delante de Cristo.

Resuelvo considerarme como el más vil de los pecadores y mortificar el pecado del orgullo en la gracia de Cristo