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5 de agosto. LA FORMA DE MIS PENSAMIENTOS.
«Al moldear nuestros pensamientos con ideales espirituales, tenemos la libertad de convertimos en quienes queremos ser.»
Texto Básico, p. 119.
La adicción moldeó nuestros pensamientos a su manera. Tuvieran la forma que tuvieran en una época, en el momento en que la adicción asumió el dominio completo de nuestra vida se deformaron. Nuestra obsesión con las drogas y con nosotros mismos moldeaba nuestro humor, nuestras acciones y hasta nuestra forma de vida.
Cada uno de los ideales espirituales de nuestro programa sirve para enderezar algún pensamiento retorcido desarrollado durante nuestra adicción activa. La admisión contrarresta a la negación, la honestidad al disimulo, el compañerismo al aislamiento, y la fe en un Poder Superior bondadoso a la desesperación. Los ideales espirituales que descubrimos en recuperación devuelven nuestros pensamientos y nuestra vida a su estado natural.
¿Y qué es el «estado natural»? Es el estado que verdaderamente pretendemos para nosotros, un reflejo de nuestros sueños más elevados. ¿Cómo lo sabemos? Porque en recuperación, nuestros pensamientos van siendo moldeados por los ideales espirituales que descubrimos en una relación progresiva con el Dios que hemos llegado a concebir en NA.
La adicción ya no moldea nuestros pensamientos. Hoy en día, nuestra recuperación y nuestro Poder Superior configuran nuestra vida.
SÓLO POR HOY: Dejaré que los ideales espirituales configuren mis pensamientos. Con ese propósito, descubriré la forma de mi propio Poder Superior.
5 de agosto. LA FORMA DE MIS PENSAMIENTOS.
«Al moldear nuestros pensamientos con ideales espirituales, tenemos la libertad de convertimos en quienes queremos ser.»
Texto Básico, p. 119.
La adicción moldeó nuestros pensamientos a su manera. Tuvieran la forma que tuvieran en una época, en el momento en que la adicción asumió el dominio completo de nuestra vida se deformaron. Nuestra obsesión con las drogas y con nosotros mismos moldeaba nuestro humor, nuestras acciones y hasta nuestra forma de vida.
Cada uno de los ideales espirituales de nuestro programa sirve para enderezar algún pensamiento retorcido desarrollado durante nuestra adicción activa. La admisión contrarresta a la negación, la honestidad al disimulo, el compañerismo al aislamiento, y la fe en un Poder Superior bondadoso a la desesperación. Los ideales espirituales que descubrimos en recuperación devuelven nuestros pensamientos y nuestra vida a su estado natural.
¿Y qué es el «estado natural»? Es el estado que verdaderamente pretendemos para nosotros, un reflejo de nuestros sueños más elevados. ¿Cómo lo sabemos? Porque en recuperación, nuestros pensamientos van siendo moldeados por los ideales espirituales que descubrimos en una relación progresiva con el Dios que hemos llegado a concebir en NA.
La adicción ya no moldea nuestros pensamientos. Hoy en día, nuestra recuperación y nuestro Poder Superior configuran nuestra vida.
SÓLO POR HOY: Dejaré que los ideales espirituales configuren mis pensamientos. Con ese propósito, descubriré la forma de mi propio Poder Superior.