La sororidad apela a una condición de género compartida y en ese sentido es muy valiosa porque nos llama a nunca olvidar que tenemos hermanas y que, por lo tanto, nuestra relación tiene que ser horizontal y de empatía.
La sororidad apela a una condición de género compartida y en ese sentido es muy valiosa porque nos llama a nunca olvidar que tenemos hermanas y que, por lo tanto, nuestra relación tiene que ser horizontal y de empatía.