Vivir en la España Vaciada es una putada. No porque se viva peor sino porque no nos dejan desarrollarnos. Tenemos gente preparada, tenemos recursos, tenemos ideas… pero nos machacan simplemente por ser menos y estar más aislados. Y el aislamiento conlleva más aislamiento.

¿Sabéis qué elemento contribuye de manera definitiva al desarrollo de los territorios?: la tecnología. Pero en la España Vaciada tenemos poca tecnología, y menos que nos proporcionan aquellos a quienes se les llena la boca de proclamar a los cuatro vientos que nos están ayudando. Es mentira. Y esto no puede seguir así.

Bienvenidos a Yslamac. Recibid un saludo de Amador Cámara, #elPeriodista de La Ysla De Los Macníficos. Sí. Estoy cabreado. Voy a intentar evitar que el cabreo me impida ser razonable en mi Report del mes de noviembre de 2024 para YslaMac donde quiero reivindicar tecnología para la España Vaciada.

Vivo en Jaén. He tenido opción de ir fuera de Jaén a trabajar, pero prefiero quedarme aquí, en mi tierra. Nos faltan algunas cosas que no tenemos más remedio que ir a buscar a la capital del Reino o a otras grandes urbes, pero también os reconozco que cuando allí viajamos, cuando allí viajo, veo situaciones diarias tan estresantes que, os lo digo de corazón, me quedo con mi Jaén del alma y, por supuesto, con mi queridísimo pueblo Higuera de Calatrava… que eso no es que sea la España Vaciada… es la España Profunda, pero ahí vuelvo muy habitualmente.

Viene todo esto a que recientemente tuve que viajar a Madrid. Y he vuelto a comprobar que las diferencias de territorios, y por tanto de las posibilidades de las personas que viven en ellos, son brutales. Viajé a Madrid en tren. Sí, sí. Tuve el la valentía de intentarlo desde la España Vaciada y lo conseguí.

Todo esto es mejorable, e incluso posible y no demasiado complicado. Simplemente tiene que haber alguien que quiera hacerlo. Es aplicar la tecnología del ferrocarril para que los ciudadanos de los territorios de la España Vaciada puedan mejorar su vida. Clama al cielo que esto ocurra pero, ya digo…. No me quejo.

¿Sabéis de qué me quejo? De que no tengamos servicios tecnológicos fáciles, asequibles, más que desarrollados, totalmente implantados en nuestro día a día en otros ámbitos y que sin embargo prácticamente no existen en estas líneas de ferrocarril de la España Vaciada.

En el último viaje que hice a Madrid me vi en la necesidad de tener que trabajar en el tren. Llevaba mi iPad y nada más ponerse en marcha, me puse yo manos a la obra. Me conecté a internet para hacer las gestiones que tenía que hacer y fue imposible. Apenas unos minutos después de salir de Jaén la conexión se iba y se venía… bueno, más bien se iba y prácticamente no venía. ¿Sabéis qué es lo peor? Que la conexión, de manera estable, apenas si existe en todo el recorrido. No es que falle sólo en Jaén, es que falla prácticamente en todos lados.

Yo no pude hacer mi trabajo, me cabreé, me desesperé pero no era algo de vida o muerte. Sin embargo, me ponía en la piel de cualquier empresario jienense que quisiera hacer negocios con la capital, y se desplazara habitualmente hasta allí usando el tren. Estamos hartos de ver, de saber, de conocer que los trayectos son, para los empresarios, lugares de trabajo porque es una manera muy efectiva de aprovechar un tiempo muerte que debes afrontar obligatoriamente. Viajas pero ese tiempo lo aprovechas en adelantar tareas.

Imposible para ese empresario. Seguro que quienes cogen el AVE Sevilla-Madrid, o Barcelona-Madrid… o tantos y tantos recorridos de la Otra España viajan trabajando, viajan rindiendo, viajan haciendo más rica y grande su empresa.

¿No pensáis que es el momento de hacer algo más que alzar la voz desde la España Vaciada? ¿No creéis que deberíamos pasar de las palabras a los hechos? Una cosa tengo clara, cristalina: si tú no luchas por lo tuyo no pienses que otro va a venir a sacarte las castañas del fuego. No se trata de pedir ayuda. Hay que exigirla pero sin esperar un “no” por respuesta.

Siempre os pido vuestra opinión, vuestro feedback. En esta ocasión sería más interesante que nunca.

Nos vamos oyendo…. desde la España Vaciada.

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