La muerte de Jesús nos ha traído libertad nos ha traído tranquilidad y nos ha dado ese paso ese gozo esa armonía en nuestros corazones tenemos que agradecerle todos los días de nuestra existencia por su gran amor inmutable e inquebrantable que nos hace restaurarnos todo lo roto que somos y que estamos el amor de Dios es el amor más puro que tenemos