Hace más de treinta años no había ni un solo árbol en el lugar en el que hoy la naturaleza explota verde y sonora. Son 180 hectáreas en Guadalupe Norte, Santa Fé, a 25 kmts de Reconquista. En este asombroso lugar, una de las primeras experiencias agroecológicas de nuestro país, demuestra que es posible ganar la apuesta productiva entablando una relación amorosa y armónica, con la tierra y entre quienes la habitan. Pero como la mayoría de las concreciones de sueños, ésta nace después de una historia de resistencias, la que compartieron, desde muy jóvenes Irmina Kleiner y Remo Vénica, impulsores, creadores y hacedores de la granja biodinámica Naturaleza Viva.