Me sentí provocado en el alma.
En el lecho final de una pariente cercana.
Sábanas tersas
Y horas contadas.
Y entonces conocí a su hermana.
La pequeña muerte, la
Llamaban.
A las dos de la madrugada.
El mundo soñaba,
Un hombre contempla
La luna tras la ventana.
Una puerta entreabierta
Frondoso bosque de calma
Volcanes de rabia en la entrepierna.
Chelsea descalza, sangra.