Estas son las historias de los hombres y mujeres del Sur de Bolívar que quieren volver a sus raíces campesinas y que sueñan con tener sus propios proyectos productivos que les permita impulsar el crecimiento económico y social de sus familias y de su región, pero que para ello necesitan que el Estado sustraiga algunas tierras de la ley segunda y les declare como los dueños legítimos de los lugares donde habitan y trabajan.