De niño abandonado y sin guitarra a Voodoo de los colores. El dueño indiscutible del sonido eléctrico, delicioso y extraterrestre, no duerme nunca en una guitarra.
De niño abandonado y sin guitarra a Voodoo de los colores. El dueño indiscutible del sonido eléctrico, delicioso y extraterrestre, no duerme nunca en una guitarra.